
La ópera prima de Maggie Gyllenhaal es la introspección de una madre al borde del colapso. Su parte técnica es correcta, pero el guion está tan centrado en el tema principal que acaba dando vueltas en círculo.
La ópera prima de Maggie Gyllenhaal es la introspección de una madre al borde del colapso. Su parte técnica es correcta, pero el guion está tan centrado en el tema principal que acaba dando vueltas en círculo.
El film presenta el reto que supone hacerse cargo de un niño cuando aún se es una niña. Para ello, equilibra momentos de dolor y de luz, cuenta con un reparto natural y ensalza la labor de los trabajadores sociales.
Martin Campell y Richard Wenk remozan un poco las tramas de acción, con asesinas implacables, aunque sin mucho riesgo. El resultado es entretenido en lo visual y algo fallido en lo narrativo.
Desde la India y con toda la voluntad de homenajear al cine como arte para las personas, llega este film. Palin narra con simplicidad y simpatía el despertar estético-fílmico de un niño de nueve años.
Un soplo de aire fresco entre las comedias de atracos infantiles, cuya animación dinámica y unos personajes magnéticos generan un relato ameno y entretenido de ver, engalanado con grandes dosis de acción y humor.
Una cinta de animación de gran viveza y color que nos traslada a un pequeño pueblo costero italiano, mientras se erige como una fábula entrañable sobre el miedo a lo desconocido y el poder de la amistad, o un posible primer amor.
Luka es una adaptación hecha de un espectáculo casi onírico de metáforas y escenarios dramáticos incongruentes. Esta película sin historia ahonda en la erosión que provoca la espera de los hombres.
Audrey Lamy protagoniza una historia conmovedora en la que la pasión por la cocina logra mejorar la vida de muchas personas. Humor, ternura y originalidad son los ingredientes que logran un visionado refrescante.
El nuevo drama de Asli Özge despierta más preguntas que respuestas, mientras juega con la intriga y el misterio en la era post-covid. Aunque su trama es confusa, logra atrapar la atención del espectador.
Carlota Pereda vuelve a apostar por el género de terror después de su éxito con Cerdita y nos ofrece una película que sorprende por su estilo, aunque no acaba de posicionarse al nivel de la anterior.