
Con pretensión de ser un romance de época, la serie creada por Chris Van Dusen no es más que una propuesta subida de tono encuadrada en una magnífica ambientación.
Con pretensión de ser un romance de época, la serie creada por Chris Van Dusen no es más que una propuesta subida de tono encuadrada en una magnífica ambientación.
Un robo elegante, una fotografía magistral, un planteamiento acertado y un actor veterano hacen que Lupin se convierta en uno de los platos fuertes de Netflix.
The wilds es literalmente una salvajada que queda alarmantemente disimulada por los numerosos puntos fuertes que tiene la serie.
Esta miniserie atrae al tablero a espectadores ajedrecistas y a legos. Con una narración consistente y una sugerente puesta en escena, la historia habla de lo esencial a través de lo que pasa cuando se pierde.
Una historia de incomprensión y sufrimiento que pretende reflejar como se vive el patinaje artístico fuera de la pista. Aquí, las situaciones se han forzado tanto que no logra convencer.
Segunda adaptación de la novela homónima de James Herriot. Tierna, optimista y deliciosa historia para disfrutar tranquilamente.
Serie llena de tópicos que empieza muy bien en la primera temporada, pero cae en picado en la segunda. Después se canceló. Podía haber sido una buena serie.
Este viaje a los inicios del clásico personaje de la literatura sueca, varias veces llevado a la ficción, resulta convincente, entretenido y sugerente.
Saul Dibb dirige cuatro capítulos muy bien documentados acerca de los envenenamientos de Salisbury, con grandes interpretaciones que ayudan a dar el toque dramático para alejar al producto del género documental.
Serie documentada con imágenes reales e intervenciones de diferentes historiadores contemporáneos que nos introducen en la corte de los zares para comprender su propio declive.