
Rithy Panh vuelve a retratar el conflicto de Camboya en un film visualmente atractivo. Su película es la representación de un genocidio silenciado, hecho de figuritas de arcilla y capas de mentiras.
Rithy Panh vuelve a retratar el conflicto de Camboya en un film visualmente atractivo. Su película es la representación de un genocidio silenciado, hecho de figuritas de arcilla y capas de mentiras.
Con una admirable ambientación, grandes números musicales y un dúo protagonista deslumbrante, esta apasionante adaptación, con sus distintos niveles de lectura, cumple con su principal cometido de entretener.
Eduard Fernández protagoniza de forma desbordante e hipnótica este retrato sobre un embaucador que abre un espacio para indagar en torno a temas como la verdad, la mentira o la memoria histórica.
Este solvente drama judicial con una correcta realización atrapa principalmente por su premisa, su disyuntiva ética y dos solventes protagonistas. Todo ello conforma una propuesta que entretendrá a cierto público.
Scarlett Johansson y Channing Tatum lideran una romántica comedia espacial. Aunque parte de un hecho histórico, la película se desenvuelve convincentemente por la ficción y deja un buen sabor de boca.
Pese a un previsible y poco exigente guion, esta amable propuesta es óptima para disfrutarla en familia con los más pequeños. Así, se les anima a acercarse a problemas actuales y asimilar valores cruciales de forma sencilla.
Precuela de Los juegos del hambre que mantiene rasgos de sus antecesoras e indaga más en alguno de sus mensajes. Pese a algún desequilibrio de guion y la dureza del contexto, el elenco consigue elevar el conjunto.
Scorsese deslumbra con una adaptación planteada desde la máxima responsabilidad social. Este thriller incómodo, protagonizado por una magnífica tríada, busca destapar la atrocidad acometida contra los nativos americanos.
La sucesión de temas sobre los que reflexionan los personajes no se plantea con excesivo acierto, pero sí con un ritmo ágil, un reparto veterano, alguna moraleja interesante y una factura técnica a la que no se le pueden hacer reproches.
Dos temporadas que plantean una catástrofe mundial y una serie de destacados valores sociales, de convivencia y de responsabilidad.