
Este film es una adaptación poco respetuosa de la conocida novela de Henry James y, también, disonante con su elegancia narrativa. Con una puesta en escena operística y sugerente, el guion resulta poco hábil y sutil.
Este film es una adaptación poco respetuosa de la conocida novela de Henry James y, también, disonante con su elegancia narrativa. Con una puesta en escena operística y sugerente, el guion resulta poco hábil y sutil.
La ópera prima de Pedro Collantes funciona bien como reflexión sobre la vida de una actriz que se abre paso en lo personal y profesional. Con cámara serena, la trama pierde frescura en algunos momentos.
Kulumbegashvili debuta con un film que funciona como metáfora existencialista de la mezcla de tradición social, religiosa y familiar. Personal y coherente en su forma, es algo obtusa y, a la vez, predecible en su fondo.
Satrapi lleva a cabo un biopic de Marie Curie. Parte de una novela gráfica y, además, mezcla otros estilos. La trama principal se ve adornada por excursiones a ilustraciones y flashforwards no siempre cohesionadores.
Esta nueva adaptación del famoso libro de Henry James adolece de casi todo lo que presenta la novela original. Un exceso de obviedad y un deseo de actualizar a golpe de tópico acaban desplazando al espectador fuera del interés.
Lindelof configura un contexto apocalíptico, a partir de un cómic de superhéroes, para poner en cuestión algunas coordenadas socio-políticas actuales. Su visionado supone esfuerzo para conectar tramas y algo de piel dura.
Justin Spitzer lidera, con America Ferrera como protagonista, esta longeva sitcom que abunda en sacar jugo a los ambientes profesionales. Esta vez, una gran superficie comercial da juego para tópicos y también para aciertos.
Aprovechando ciertas efemérides alrededor del general De Gaulle, se estrena este biopic que funciona como lección de historia y retrato de liderazgo. Sin apenas sombras ni voluntad crítica, la intención didáctica prevalece.
Lilti avala como creador, realizador y guionista una producción televisiva que desarrolla los ingredientes de sus anteriores títulos. Conflictos personales y del sistema sanitario captan, con serenidad, la atención del espectador.
Esta segunda entrega mantiene el foco en unos superhéroes que son unos villanos sociópatas de gran calibre. Sigue el clima de violencia algo enfermiza, atemperado por una sólida narración y otros personajes con algo más de luz.