
Liliana Torres se encarga de principio a fin de una película sobre el desamor con mucha prosa y poca poesía, con cine dentro del cine y con una gran dosis de realidad brutalmente ficticia.
Liliana Torres se encarga de principio a fin de una película sobre el desamor con mucha prosa y poca poesía, con cine dentro del cine y con una gran dosis de realidad brutalmente ficticia.
Esta nueva entrega del cineasta Abel Ferrara resulta agotadora, ilógica y oscura. El producto final parece una gran desdibujada puesta en escena semionírica, con un desenlace impreciso y confuso.
De Corea llega esta propuesta que mezcla thriller y drama, con tanta violencia y complicaciones y carencias en el guion, que impide al espectador hacerse con una historia de bajos fondos y fotografía oscura.
La hija es una propuesta que, sin profundizar en dilemas morales, plantea algunas reflexiones acerca de la maternidad. Es un thriller eficaz, con un elenco y una ambientación excelente, que mantiene en tensión hasta el final.
El paseo por la historia reciente de la familia Gucci y su marca de moda de lujo se convierte también en un llamativo recorrido por numerosas pasiones del ser humano. Scott dirige con buen pulso a un sólido elenco.
El debut de Chema García Ibarra en el largometraje es desconcertante. Tanto los escenarios como la trama están repletos de extravagancias que no permiten definir con claridad un producto cuyo mensaje es bastante incómodo.
Aunque cuenta con un reparto y una fotografía sólidos, este largometraje a base de corderos enamora al espectador de gustos oníricos-extraños y deja de lado a una audiencia que espere lo verosímil y congruente.
Relaciones familiares heridas, misoginia y homosexualidad reprimida componen un western majestuoso en lo visual y actoral, y funesto en lo temático y nebuloso en lo narrativo.
Spencer propone una aproximación diferente a la personalidad de la icónica princesa de Gales. Con una caracterización y un vestuario impoluto, Kristen Stewart deslumbra con su actuación, que logra angustiar a la audiencia.
Agustí Villaronga retorna a la gran pantalla con un relato de corte histórico-literario e impregnado de narrativas libres. La propuesta se liga con algunos hechos actuales y supone un esfuerzo lector del público.