
Una nueva reedición para PS5 y XBox Series de un juego tan violento como inadecuado en contenido.
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Red rocket goza de una fotografía fascinante que retrata con precisión la otra cara del sueño americano. Aunque el elenco deslumbra con sus actuaciones, la película es muy incómoda y no ofrece ni una pizca de luz.
Fran Torres se estrena en la gran pantalla con un largometraje centrado en la maternidad lleno de incongruencias, cabos sueltos y vacíos de guion que dejan al espectador con un mal sabor de boca final.
Álex de la Iglesia presenta su nueva obra de terror homenajeando al slasher por medio de una mezcla de géneros cinematográficos algo confusa que incorpora elementos de la cultura pop.
Aunque no está a la altura de sus predecesoras, Eggers construye un apasionante y violento relato quimérico de venganza, con gran épica, imágenes visuales y crípticas, que quitan el aliento, y un elenco de estrellas idóneo.
El film de Juho Kuosmanen puede desalentar al principio, pero rompe los estereotipos de dos personajes excéntricos mientras construye una bonita relación a través de un viaje de transformación personal.
La propuesta de Vicente Villanueva carece de trama, personajes, diálogos originales y un guion coherente. Se limita a plantear una sucesión de escenas morbosas que podrían constituir perfectamente una película porno.
Audiard sorprende con una propuesta que podría haber sido sugerente y profunda y se queda en un pobre retrato de cierta juventud contemporánea. Su obviedad desarma la promesa de una historia interesante.
Adiós, Señor Haffmann es un relato ambientado en la Francia ocupada por los nazis. Su discurso aborda cuestiones como la moralidad, la subyugación y la emancipación de la mujer en un espacio dramático limitado.
Martin Campell y Richard Wenk remozan un poco las tramas de acción, con asesinas implacables, aunque sin mucho riesgo. El resultado es entretenido en lo visual y algo fallido en lo narrativo.