Clint Eastwood demuestra que a sus 89 años sigue en forma con esta adaptación de un hecho real sucedido durante los Juegos Olímpicos de Atlanta. Mientras abunda en el heroísmo y las complicaciones político-policiales, los actores lucen un excelente trabajo.
Con un elenco prometedor (Ian McKellen y Helen Mirren) y una apetecible banda sonora, el film de Bill Condon fracasa por las inconsistencias del guion, que se enreda demasiado.
Flanagan continúa, bajo la estela del mítico El resplandor, con un film que convence para una noche de terror, pero no como guion ni apuesta por relatar algo nuevo.
Con el preámbulo de que no estamos ante un film de superhéroes ni de acción convencional, el Joker se presenta como una exhibición, no muy profunda, de la vileza humana, eso sí espléndidamente interpretada.
Una comedia-musical, con drama incluido, que maneja los géneros con una curiosa y no siempre eficaz interacción. Eso sí, su argumento en pro de la conciliación entre generaciones es meritorio.
Esta segunda entrega completa la adaptación del libro de Stephen King. Sin embargo, resulta una película escasa de recursos narrativos interesantes y recae en el ruido y el asco para generar sorpresa.
La muñeca Annabelle regresa para hacer las delicias del público fiel. Dauberman se pone, esta vez, también detrás de la cámara para recrear lo de siempre con cierta elegancia.
Álvaro Díaz Lorenzo une a dos grandes de la comedia española (Dani Rovira y María León) por primera vez para protagonizar una comedia de bromas masticadas y guion soporífero.
Reaparición de la famosa “especie” monstruosa en la gran pantalla. Como si fuera Godzilla, los efectos especiales engullen la escasa fuerza dramática del argumento y de los personajes.
Adorable y divertida recreación live-action del universo Pokémon, perfecta para ver en familia. Gran dosis de nostalgia para los fans, fantasía y puro amor hacia los queridos pokémon para los no iniciados.