
Este calco argumental a la película Doraemon y el pequeño dinosaurio no tiene mucho más que aportar. Es una opción para entretener a los más pequeños, pero con sus diversos fallos técnicos y de guion no logra ser memorable.
Este calco argumental a la película Doraemon y el pequeño dinosaurio no tiene mucho más que aportar. Es una opción para entretener a los más pequeños, pero con sus diversos fallos técnicos y de guion no logra ser memorable.
Hayao Miyazaki regresa con una deslumbrante obra de distintas capas de lectura para un amplio público. El viaje a un mundo de fantasía nos deja profundas reflexiones sobre la vida, la muerte y la fe.
Esta tercera entrega de los simpáticos Trolls mantiene un diseño artístico sobresaliente y los colores, brillos y música propios de la saga. Su punto débil se encuentra esta vez en un guion que flojea.
Este film no aporta mucho con respecto a la serie, pero verlo en cines sí potencia el color y la acción. Su relato con mensajes positivos está destinado especialmente a los más pequeños de la casa.
Dispararon al pianista es un profundo y comprometido retrato de los grandes músicos brasileños de la Bossa Nova y todo un homenaje a los desaparecidos durante las dictaduras en Latinoamérica.
Una divertida película de aventuras en el espacio en animación 3D para los más pequeños de la casa. Parte de una buena idea correctamente ejecutada, aunque no aporta nada novedoso al género.
La animación peruana nos transporta a su mundo mitológico de la mano de dos niños en proceso de duelo. La calidad visual y narrativa no están a la altura del mensaje positivo y profundo que transmite.
Alain Ughetto moldea con sus manos y su voz un cuento de superación en stop motion que narra la historia de sus abuelos. La película ofrece un bonito testimonio familiar y un retrato íntimo de una época pasada.
Las archiconocidas tortugas mutantes regresan a la gran pantalla con un reinicio refrescante. La película pone el foco y saca provecho de aquello que los cuatro hermanos siempre fueron a parte de héroes: cuatro adolescentes.
Titina utiliza una animación y una banda sonora que sorprenden gratamente. Sin embargo, su diversidad de focos y la libertad con la que retrata hechos reales provoca cierta pérdida de interés.