
En tres escenas diferentes, Hong Sang-soo invita al público a contemplar su delicada puesta en escena, a la vez que reflexiona acerca del amor y del cine. De todas maneras, da la impresión de que el film es solo un boceto.
En tres escenas diferentes, Hong Sang-soo invita al público a contemplar su delicada puesta en escena, a la vez que reflexiona acerca del amor y del cine. De todas maneras, da la impresión de que el film es solo un boceto.
Jon Wright regresa a la pantalla con la adaptación musical de la célebre obra de teatro escrita por Edmond Rostand, y liderada por un espléndido Peter Dinklage que revive un film, en ocasiones, demasiado meloso y azucarado.
La ópera prima de Charlène Favier se desliza a través de un guion contenido y acompañado por una actuación estelar de Noée Abita. Es un relato potente, pero desgarrador, sobre el abuso sexual en el mundo del esquí profesional.
Este retrato de un pequeño pueblo de Kosovo tras la guerra puede resultar duro al inicio. No obstante, la realización y las interpretaciones logran un resultado optimista que homenajea a las mujeres trabajadoras.
Farhadi elabora un relato, de nuevo brillante, donde anhelos personales y retratos sociales se mezclan con habilidad, drama y belleza. Su cámara domina el espacio y los rostros, así como invita a la reflexión moral.
La ópera prima de Natalie Morales es un film conmovedor y agradable de ver. El elenco hace un gran trabajo con su naturalidad y el resultado es un producto original y esperanzador que llena de optimismo.
El intento de construir un relato grandilocuente sobre el amor y la complicación de la vida se queda en una pobre y confusa ojeada a la desorientación (también narrativa) de una treintañera.
La propuesta denuncia el encierro que vivieron los homosexuales en Alemania durante la posguerra. Es poco efectiva debido a su guion, aunque cuenta con un buen trabajo del elenco protagonista.
El conjunto formado por Penélope Cruz, Antonio Banderas y Óscar Martínez ofrece una colección de escenas divertidas sobre el cine. Sin embargo, el desarrollo del largometraje es irregular y deja sensación de vacío.
La obra de Balzac llega a la gran pantalla con magníficas interpretaciones y decorados pero interrumpida por escenas de sexo y algo de desesperanza. Aún así, es ágil, divertida y propone una reflexión bastante actual.