
El debut de Júlia de Paz es una exposición cruel e incómoda, sin idealizaciones, acerca de la maternidad. El reparto es sobresaliente, pero los movimientos de cámara y los sentimientos negativos conforman un film molesto.
El debut de Júlia de Paz es una exposición cruel e incómoda, sin idealizaciones, acerca de la maternidad. El reparto es sobresaliente, pero los movimientos de cámara y los sentimientos negativos conforman un film molesto.
Los horrores de la guerra en Japón se exponen mediante un thriller de espionaje elegante y comedido. El juego de engaños proporciona sorpresas gratas y la interpretación de los protagonistas deja una sensación agradable.
Konchalovsky aborda con su precisión y capacidad de metáforas resonantes unos hechos de la historia reciente, donde se mezclan desencanto, política y familia sin dejar de cuidar a los personajes.
Un intento de película con mensaje feminista que se pierde debido a un guion confuso y un estilo musical mal escogido, aunque destaca positivamente por el gran trabajo de producción, arte y vestuario, así como las interpretaciones.
Cuatro historias distintas sobre una misma tragedia: la pena de muerte en Irán. Una perfecta combinación entre violencia, normalidad y (aparente) alegría, que se traducen en una película difícil de ver, donde el bien y el mal quedan desdibujados.
Un roadtrip en autobús lleno de emociones y paisajes junto a Tom y su maleta, que resulta en una película tierna y conmovedora, a pesar de no aportar nada nuevo.
Una oda a los soñadores y al orgullo latino convertida en musical. La película inspira fuerza, esperanza y motivación mediante un retrato realista de una comunidad latinoamericana en Estados Unidos.
Jodice estrena su primer largometraje de ficción con un retrato del poeta Gabriele D’Annunzio, en el marco del fascismo en Italia. El resultado es un guion desafortunado y desorientado que no engancha.
La ópera prima de Guillermo Ríos aborda el tema de la violencia de género de manera sutil, a la vez que añade una crítica de fondo al sistema. Con un elenco reducido y casi un único escenario, la película transcurre ágil y sin cerrar el debate.
La violenta revuelta que retrata Michel Franco no es más que una coyuntura vacía para intentar provocar, a través de imágenes sensacionalistas sin un discurso fundamentado ni coherente.