
Robert Eggers recrea un clima de claustrofobia, agobio y paranoia con un gran despliegue visual apoyado por la técnica y un elenco sobresaliente. Es una producción destinada a un nicho concreto con la que no todos disfrutarán.
Robert Eggers recrea un clima de claustrofobia, agobio y paranoia con un gran despliegue visual apoyado por la técnica y un elenco sobresaliente. Es una producción destinada a un nicho concreto con la que no todos disfrutarán.
Relanzamiento de la saga de terror que triunfó a principio del nuevo milenio. Esta vez, el guion no deja espacio para el interés más allá de sustos y golpes de efecto.
Segunda entrega de la llamada Trilogía del Baztán, donde la inspectora Salazar se enfrenta con los fantasmas de su pasado. Marta Etura cumple en un thriller de terror donde las piezas no acaban de encajar.
Flanagan continúa, bajo la estela del mítico El resplandor, con un film que convence para una noche de terror, pero no como guion ni apuesta por relatar algo nuevo.
Ruben Fleischer y dos de sus guionistas regalan a los fans una nueva entrega de esa curiosa mezcla de humor y vísceras, con moraleja. Con todos los puntos a favor y en contra de lo habitual del género.
Una película de terror y horror que apuesta, desde una arranque nada verosímil, por una cadena de exageraciones y violencia sin control. Buena realización y buena interpretación de la protagonista.
Una película de terror que apuesta por la crueldad y el desasosiego como armas para captar la atención. Pascal Laugier abusa de lo escabroso y malsano, que acaba empañando lo demás.
Esta segunda entrega completa la adaptación del libro de Stephen King. Sin embargo, resulta una película escasa de recursos narrativos interesantes y recae en el ruido y el asco para generar sorpresa.
Nueva aventura veraniega de adolescentes en peligro bajo el agua y tiburones. Nada nuevo bajo el sol, a excepción de las elaboradas secuencias submarinas.
El terror de las historias de campamento regresa para el disfrute de enamorados del género y también de adolescentes neófitos. Su narrativa simple aderezada con una atmósfera y esencia absorbentes convierten a este film en un perfecto y refrescante entretenimiento vintage.