Jordan Peele intenta repetir el éxito cosechado con Déjame salir. Su propuesta bascula entre el terror convencional y una estrategia más sutil que a ratos desconcierta al espectador más acomodado en el género.
Un guión poco original para los amantes del terror, donde destacan la ambientación y los efectos especiales por encima de los personajes o sucesos.
Un film que arranca con una propuesta menos convencional de trama de cierto suspense y con el foco en la relación madre-hijo; pero que deviene en un relato de terror con adornos previsibles.
Verano del 84 es un homenaje al cine de género juvenil, una película para melancólicos, que comienza con un aire de Goonies que, poco a poco, se va transformando en una cinta de terror más propia de Stephen King.
Terror zombie, canciones en un instituto, Navidad en ciernes y una gripe que se está cebando con la población… Estas son las claves de un film menor pero consciente de sí mismo, unido a una mirada comprensiva de los desafíos adolescentes.
Este remake del director de culto Darío Argento se consuela con el espléndido recital interpretativo de Tilda Swinton, mientras abunda en desastres de guion y tapando los lastres de la otra actriz protagonista.
El director holandés Diederik Van Rooijen presenta una película convencional de terror que, sin aportar nada nuevo, sabe recrear y actualizar los mejores elementos del género.
Singular película que combina el cine bélico, con lo fantástico, el drama y la intriga, en una ambientación que recuerda lo mejor del cine clásico de guerras con los recursos de la actualidad para originar un magnífico, aunque violento, espectáculo.
Esta esperada secuela de la mítica película de John Carpenter supone un excelente lucimiento de Jamie Lee Curtis, mientras el terror no aterroriza y solo se basa en sustos.
Mandy es un divertido homenaje a la cultura metalera y a las películas gore con todos sus excesos, que gustará a los fans del género y aburrirá a quien busque un rato de acción o cualquier otra cosa.