
La historia resulta poco interesante, pero la mansión y los escenarios que la envuelven le aportan cierto encanto. Otro film de terror que se queda a las puertas del género y no es capaz de agradar a la audiencia más fiel.
La historia resulta poco interesante, pero la mansión y los escenarios que la envuelven le aportan cierto encanto. Otro film de terror que se queda a las puertas del género y no es capaz de agradar a la audiencia más fiel.
En el regreso del sádico universo de Saw, las trampas sangrientas pasan a un segundo plano frente a la confrontación del argumento principal: la inmoralidad policial. Buena fotografía y un reparto atractivo para un spin-off que hace renacer la saga.
Ilargi Guztiak es una fábula fantástica que incita a reflexionar sobre el miedo a la muerte y también a la propia inmortalidad, a la vez que muestra un momento bélico de la historia española.
La propuesta combina la clásica premisa del intercambio de cuerpos, escenas típicas de una trama adolescente y un reparto destacable, a través de una comedia negra con elementos del terror de antaño.
Estamos ante un título más de la larga lista de películas sobre tiburones, que no innova ni ofrece variaciones en su desarrollo respecto a producciones anteriores, aunque es ideal para los amantes de este subgénero.
Yeon Sang-ho nos ofrece una típica producción postapocalíptica, construida alrededor de una historia simple. Gracias a ello, podemos disfrutar en todo momento de las escenas de acción, eso sí con un elevado nivel de violencia.
James consigue crear un clima de tensión constante, a la vez que elabora una metáfora con el monstruo que se esconde en la casa y la demencia de Edna. Aun así, se trata de una película de terror poco efectiva.
El debut de Just Philippot pretende dibujar un retrato sociopsicológico de la situación de desequilibrio que vive la humanidad, pero se queda en otro drama familiar más con toques de terror. Destaca la actuación de Suliane Brahim como protagonista.
La propuesta de Julius Berg se hace un hueco como alternativa satisfactoria, pero algo confusa a las ya clásicas películas sobre irrupciones violentas en el hogar.
Rose Glass debuta con una trama de terror donde mezcla referencias religiosas e inhibiciones varias. Morfydd Clark ajusta muy bien su variada interpretación a los cambios que le pide el guion.