
Un adentramiento de pesadilla en un caso que mezcla el terror con el mejor thriller. Con una puesta en escena cuidada, Maika Monroe lidera convincentemente y Nicolas Cage atemoriza tremendamente.
Un adentramiento de pesadilla en un caso que mezcla el terror con el mejor thriller. Con una puesta en escena cuidada, Maika Monroe lidera convincentemente y Nicolas Cage atemoriza tremendamente.
Un simplista drama social que, pese a un planteamiento sugerente y un buen trabajo actoral, carece de profundidad, reflexión y originalidad. Tras los primeros minutos, el resto invita a una absoluta resignación.
Nueva adaptación cinematográfica de otro tomo de la aclamada saga literaria danesa. Un duro caso, no apto para todas las sensibilidades, que hará las delicias de los fans y los amantes del thriller, pero poco novedoso en sus formas.
El largometraje de Edoardo De Angelis es un episodio histórico, con una factura visual y un reparto loables, pero insuficiente como para mantener el interés durante dos horas de épica vacía y grandilocuente.
El cruce de los mundos de Deadpool y Lobezno conforma una historia emotiva, autorreferencial y desvergonzada. Con mucha violencia y chistes de mal gusto, es un film dinámico que provoca carcajadas.
Un drama romántico que, pese a una estructura poco novedosa, sabe desenvolverse con soltura. Con una gran química protagonista, la historia convence como ópera prima y complacerá a los amantes de este género.
Lo que podría haber sido un retrato sobre la diferencia de clases en una relación de pareja acaba siendo una cinta erótica y un tanto absurda que desaprovecha materias sugerentes y el trabajo de sus actores.
Una gran colección que, sin embargo, podría ofrecer más contenido.
Un insulso reboot que se aborda con un guion repetitivo y monótono, se recrea en la violencia gratuita y busca su único potencial en sustos fugaces. Al final, tan solo queda una propuesta de terror desangelada y olvidable.
Tremendísima sangría con toques de humor negro que se sustenta en las escenas de acción y un increíble Bill Skarsgård para intentar desviar la mirada de su absoluta intrascendencia que la hará caer en el olvido.