
Un thriller juvenil enmarcado en un escenario muy bien perfilado y convincente, pero lleno de situaciones desconcertantes y aterradoras.
Un thriller juvenil enmarcado en un escenario muy bien perfilado y convincente, pero lleno de situaciones desconcertantes y aterradoras.
El magnetismo del personaje interpretado por James Spader y el gran alcance de la trama conductora hacen que la serie sea adictiva e inteligente.
La investigación de dos dobles asesinatos en Gales veinte años más tarde ha inspirado esta producción inglesa que cumple expectativas sin destacar entre sus semejantes.
Magnífico debut televisivo del británico Steve McQueen. Una propuesta cuidada en el detalle que expone el racismo sistemático en la sociedad británica a lo largo de tres décadas.
Historia embarrada, narración arbitraria, personajes ponzoñosos y ninguna salida de emergencia.
Ni el guion, ni los protagonistas, ni las actuaciones, ni siquiera el tema típico de Albert Espinosa salvan a la serie de una lamentable decepción.
Jason Sudeikis es uno de los artífices y protagonistas de esta comedia humana y llena de optimismo. Con un guion sencillo pero ajustado y con el fútbol en su escaparate, está hecha para los que incluso odian esta disciplina.
Hadas, 5G y stories, una curiosa combinación que, si no se toma muy en serio, puede llegar a proporcionar un entretenimiento ligero incluso a jóvenes adultos.
Un drama que golpea las emociones con un estilo elegante, contenido, respetuoso, vibrante y reflexivo.
Hugh Laurie es el gancho, el atractivo y la razón de este thriller con algunas intrigas y una buena técnica. Roadkill es un entretenimiento ameno con un buen personaje y un mejor actor.