
Esta propuesta adolescente combina acción, heroísmo, traiciones, romances y duelos. Es un espacio de entretenimiento poco aprovechado pero amable.
Esta propuesta adolescente combina acción, heroísmo, traiciones, romances y duelos. Es un espacio de entretenimiento poco aprovechado pero amable.
Un thriller policíaco que conjuga la acción, la intriga y la sospecha, pero que no llega a alcanzar la meta por estirar y complicar demasiado la trama.
Una propuesta perturbadora donde la depravación, la falta de límites y de moralidad se instalan en las frías montañas de Polonia. Demasiado oscura y transigente para que se pueda disfrutar con tranquilidad.
Una segunda entrega que supera las expectativas. Los guionistas aprovechan los puntos fuertes de la serie y los exprimen al máximo.
Menos atractiva que su predecesora, esta segunda entrega sigue ofreciendo el lado más humano de un drama sobrevenido.
Esta precuela que se empieza a ver por su protagonista, se acaba viendo por el resto del elenco que participa. Ágil, entretenida y con algo de trasfondo.
Terror en su estado más puro y básico. No vale la pena adentrarse en el guion ni en la historia de sus personajes, sino tan solo asistir a una masacre si somos fans del género.
Como siempre, desde estas líneas os queremos animar a ser consumidores activos, a participar en las actividades que nos llevan a estar bien informados y a ser, en definitiva, agentes del cambio.
Percy Jackson es un buen héroe adolescente, pero se desenvuelve en lugares, a veces, tenebrosos, crueles y algo intimidantes para la audiencia más joven.
El reflejo de una infancia feliz, llena de aventuras y de cosas por aprender y descubrir. Edu y Lucy, además, promueve valores y una convivencia pacífica.