
Nakache y Toledano abundan en los asuntos sociales y humanos de su filmografía, sin abandonar el sentido del humor. Esta vez, consiguen emocionar y hacer sonreír, mientras ilustran las severas dificultades de los jóvenes con autismo.
Nakache y Toledano abundan en los asuntos sociales y humanos de su filmografía, sin abandonar el sentido del humor. Esta vez, consiguen emocionar y hacer sonreír, mientras ilustran las severas dificultades de los jóvenes con autismo.
El envoltorio con el que se presenta la última película de Brian De Palma –un veterano director, actores de Juego de tronos y la fotografía del maestro Alcaine– no logra disimular una trama de suspense mal tejida desde el principio.
Un film con la fórmula casi perfecta para triunfar en taquilla. Los despropósitos, hilados con gran acierto, casi no dejan respiro entre una carcajada y la siguiente, lo que permite un rato de gran disfrute.
Una nueva apuesta del cine francés por un título familiar, pero de calidad, comprometido con valores humanos y culturales y alejado de los clichés de las producciones juveniles de las majors.
Ron Howard retorna al retrato de artistas musicales. Su interesante documento abarca la faceta profesional de famoso tenor, sin abandonar su lado más personal ni su talante para la comunicación.
Los Verneuil vuelven con nuevos conflictos culturales para divertir a su público en una comedia que aprovecha los clichés de su predecesora. Sin más pretensiones, el film funciona bien como entretenimiento.
Maravillosa adaptación de la novela de Jesús Carrasco del mismo título. Intemperie es un western nacional que narra la huída de un niño a través del desierto extremeño perseguido por un malvado capataz.
Guillaume Canet ofrece una secuela de la película que estrenó en 2019. Mismos personajes y actores, ofrece un guion de tintes similares, con mezcla de comedia y drama.
El último film de Allen ofrece una comedia-romántica, con Nueva York como protagonista de dudas amorosas, familiares, profesionales e intelectuales. Lo de siempre en el director, pero bien pulido.
Sánchez Arévalo retorna con una drama social y humano combinado con un sano sentido del humor. Los vínculos familiares se presentan como la salvaguarda de unos protagonistas excelentemente interpretados.