
El segundo largometraje de Lara Izagirre cohesiona muy bien un argumento medido, un elenco verosímil y lleno de naturalidad, una fotografía y dirección artística eficaces y un final bien cerrado.
El segundo largometraje de Lara Izagirre cohesiona muy bien un argumento medido, un elenco verosímil y lleno de naturalidad, una fotografía y dirección artística eficaces y un final bien cerrado.
Divertida y atrevida a partes iguales, muestra la vida de barrio desde dentro, sin postureos ni idealizaciones. Cuenta con un casting espontáneo y fresco y un mensaje muy positivo sobre la amistad y el autoconocimiento.
Lo que podría haber sido una película con sentido del humor, sencilla y previsible con aire de nostalgia pero eficaz, se ha quedado en un tumulto de simplicidades y en un gran desperdicio de recursos.
El film aborda, a través de un viaje, los balances y reproches que aparecen en la tercera edad. Sugerente en diversas escenas, deja que la falta de definición y coherencia del guion entorpezca su desarrollo.
Tom McGrath dirige una divertida, alocada, ruidosa, extravagante pero muy efectiva secuela de bebé jefazo. Los nuevos personajes aportan dinamismo a la ya conocida trama.
Esta propuesta fílmica cuestiona y evidencia las diferencias de clase a través de Madá, cuyo personaje –interpretado de forma impecable por Regina Casé– es invisible en un Río de Janeiro demasiado lujoso para ella.
La historia de Jack y de su padre no sorprende por su guion pero, gracias a su ambientación y personajes, se hace con la empatía del público, convirtiéndose en una propuesta amena y agradable.
La película de Disney para verano no tiene grandes defectos, pero tampoco es un producto estrella. Mezcla comedia, acción, aventuras, un relato sencillo, un buen elenco y buena producción. Lo justo para gustar sin apabullar.
Años después, llega la secuela de Space Jam. De nuevo, se trata de una película híbrida entre imagen real y animación, con un argumento simple que entretiene y hace reír: un film para hacerse un poco niño otra vez.
Este film es una road movie de amigas en la madurez que deja que desear en cuanto al exceso de lugares comunes en el guion y ambientación, a pesar de que aborda mensajes positivos sobre la amistad.