
Kranz debuta con un drama íntimo y arriesgado. A partir de un asunto recurrente en la esfera pública y privada de EE.UU., el público se adentra en las almas heridas de dos matrimonios.
Kranz debuta con un drama íntimo y arriesgado. A partir de un asunto recurrente en la esfera pública y privada de EE.UU., el público se adentra en las almas heridas de dos matrimonios.
Impactante drama en el que la montaña, la soledad y la existencia se funden en una historia mil veces contada, pero que no nos cansamos de revisitar. Eficaz y está bien interpretada.
Adiós, Señor Haffmann es un relato ambientado en la Francia ocupada por los nazis. Su discurso aborda cuestiones como la moralidad, la subyugación y la emancipación de la mujer en un espacio dramático limitado.
Llegaron de noche saca a la luz la verdad acerca del asesinato de los jesuitas de El Salvador. Con maravillosas interpretaciones de secundarios, que dejan con ganas de más, atrapa al público y anima a defender la verdad.
El extenuante día a día de una madre de familia trabajadora y en una frágil situación personal, laboral y social se convierte, de la mano de Gravel, en un relato trepidante y que invita a pensar.
Desde la India y con toda la voluntad de homenajear al cine como arte para las personas, llega este film. Palin narra con simplicidad y simpatía el despertar estético-fílmico de un niño de nueve años.
Con pasajes confusos por la profusión de nombres y detalles, esta apuesta por el cine de espías autóctono ofrece una trama entretenida y un Luis Tosar, como siempre, líder en llevar la carga dramática.
Audrey Diwan adapta la novela de Annie Ernaux en un film crudo y angustioso. Aunque la parte técnica es correcta, el guion juega con algunos elementos que fuerzan la opinión del público acerca de algo tan polémico como el aborto.
La película cuenta con una premisa valiente que hibrida géneros y pretende cuestionar la moralidad actual francesa. A pesar de ello, su guion irracional y la ambigüedad latente conducen hacia un callejón sin salida.
La película de Joachim Trier es tan impulsiva como su protagonista. Entre cambios de escena, secuencias de sexo y personajes atolondrados, retrata con ligereza la confusión que sufre toda una generación de jóvenes.