Dramática cinta que narra una historia de Yugoslavia de manera diferente: los horrores de la guerra se transmiten desde el interior de un camión sin recurrir a la acción de batallas violentas y cruentas.
Ruben Brandt exhibe un estilo visual influenciado por el arte contemporáneo. Las referencias a movimientos como el post-impresionismo y el cubismo se enlazan de forma original en el film, pero la trama deja mucho que desear.
Grandes interpretaciones y una correcta banda sonora consiguen exprimir el limitado presupuesto para sumergir al auditorio en un ambiente de miedo, a partir de una premisa muy simple.
Inspirada en una historia real, Keepers presenta un misterio sin resolver de 1900 sobre la inexplicable desaparición de tres fareros que se desarrolla en maravillosos paisajes escoceses y mantendrá a la audiencia en tensión.
Pequeña película protagonizada por Ron Perlman que supera las expectativas iniciales. Acción, gángsteres en horas bajas y nuevas oportunidades vitales son los principales alicientes.
Una obra llena de sentimentalismos, personajes unidireccionales y un discurso muy lastrado acerca de la identidad del arte. Pese a ello, se muestra a un artista que busca capturar lo que le envuelve para la posteridad.
Un thriller que se pasea como una supuesta prédica feminista, pero que resulta no solamente lo contrario sino un film tremendamente vacío y aburrido.
Basado en el libro de Claire Lajeunie Sur la route des invisibles, femmes dans la rue, se nos muestra una exquisita tragicomedia que reflexiona acerca de valores como la superación. Este film hará enternecer a los espectadores más rígidos.
En su primer film, Fontana muestra interés por el cine poco convencional. Sin embargo, la ejecución es muy pobre y la experiencia puede llegar a ser tediosa.
Jordan Peele intenta repetir el éxito cosechado con Déjame salir. Su propuesta bascula entre el terror convencional y una estrategia más sutil que a ratos desconcierta al espectador más acomodado en el género.