
Liam Neeson conduce a toda velocidad por las calles de Berlín con una bomba bajo el asiento de camino al colegio. Un thriller a contrarreloj con momentos de pausa que entorpecen la trama y el ritmo.
Liam Neeson conduce a toda velocidad por las calles de Berlín con una bomba bajo el asiento de camino al colegio. Un thriller a contrarreloj con momentos de pausa que entorpecen la trama y el ritmo.
Scorsese deslumbra con una adaptación planteada desde la máxima responsabilidad social. Este thriller incómodo, protagonizado por una magnífica tríada, busca destapar la atrocidad acometida contra los nativos americanos.
Dispararon al pianista es un profundo y comprometido retrato de los grandes músicos brasileños de la Bossa Nova y todo un homenaje a los desaparecidos durante las dictaduras en Latinoamérica.
Una entretenida historia original que se construye en torno a un tema cada vez más presente en nuestras vidas: la IA. Todo el despliegue técnico y argumental invita a reflexionar sobre la humanidad y nuestro futuro.
Óskar Thór Axelsson adapta la novela de Arnaldur Indriðason a la gran pantalla y logra un resultado muy ameno. Además, su buen ritmo impide que el espectador cuestione las incongruencias.
En este thriller dramático prácticamente todo el peso recae en las interpretaciones de los cuatro actores protagonistas. El film cuenta una historia original que, con sus deslices, se disfruta.
Un thriller policíaco liderado correctamente por las actuaciones de Luis Tosar e Inma Cuesta. El constante subrayado y, sobre todo, las decisiones para cerrar la película hacen venirse abajo al conjunto y dejan un sabor agridulce.
La tercera entrega de las aventuras del Poirot de Kenneth Branagh es otra película distinguida y cuidada, con un relato inteligente y, esta vez, con una atmósfera espeluznante que la acerca al género del terror.
Aparente thriller que abre la puerta a tratar un tema peliagudo como la pederastia en la iglesia. Sin embargo, cae en una serie de tópicos, en una superficialidad y en un torpe guion que la dejan en una propuesta vacía.
Denzel Washington se despide de su icónico papel. Este cierre marcado más por el thriller y el drama que por la acción, mantiene los elementos de las anteriores entregas y, sobre todo, la debatible violencia gráfica.