
Cuento irreal con verbena de fondo pero sin diversión alguna. Jonás Trueba deja sin hilvanar unos cuantos aspectos de su propuesta.
Cuento irreal con verbena de fondo pero sin diversión alguna. Jonás Trueba deja sin hilvanar unos cuantos aspectos de su propuesta.
No es la convivencia veraniega la que hace saltar a las familias por los aires; es que el bozal de la rutina queda aparcado junto a la piscina.
Ludivine Sagnier, José García y Jean-Paul Rouve protagonizan una película pausada en sus formas pero profunda en sus contenidos, que nos habla sobre la madurez adulta y la búsqueda personal a través de tres hermanos.
La argentina Marina Seresesky dirige a una –siempre– divertida Carmen Machi en una comedia que combina el drama de la despoblación con la acogida de inmigrantes. La cinta tiene algunos momentos graciosos que no bastan para salvar un guión lleno de tópicos y falto de ritmo.
Una historia de retrospección al primer amor con una ambientación muy cuidada y un trabajo admirable por parte del elenco, pero que sorprende debido a la poca edad de sus protagonistas.
Jim Jarmusch sella una película que bascula entre la parodia, la revisión y la meta reflexión sobre el cine de zombies y la sociedad actual. No funciona al completo, pero contiene elementos y pasajes que permiten destacar su idiosincrasia.
Álvaro Díaz Lorenzo une a dos grandes de la comedia española (Dani Rovira y María León) por primera vez para protagonizar una comedia de bromas masticadas y guion soporífero.
Carlos Marqués-Marcet presenta su film más maduro. Recoge el embarazo de una joven pareja con una apuesta clara por un naturalismo, que permite al espectador percibir la fuerza de la vida que impele lo biológico, emocional e íntimo.
Otra película de terror que llega a la cartelera. En ella, la Asturias rural y natural luce, mientras se oscurece la solvencia de un guión simple en sus subrayados y entramado.
La película busca homenajear a la literatura combinando los ambientes elitistas de París con los rústicos y, supuestamente más sinceros, paisajes de la Bretaña francesa. Con diálogos ingeniosos, entretiene aunque no termina de convencer en la empatía con otros aspectos humanos de la trama