
Una adaptación amable, bien resuelta en lo visual, recortada y algo rebajada en modernidad de la famosa novela.
Una adaptación amable, bien resuelta en lo visual, recortada y algo rebajada en modernidad de la famosa novela.
Una película cuyo guion pierde credibilidad a pesar de la elegancia del entorno literario y de los Premios Nobel y de la más que convincente interpretación de Glenn Close.
Una eficaz y escalofriante película de terror para toda la familia, protagonizada por unos siempre “fantásticos” Jack Black y Cate Blanchett.
Un film de gangsters ubicado en la Barcelona de los años 20, que pese a ser coherente y dinámico, se asemeja a una serie de televisión.
Esta ópera prima inmadura, aunque con algunos elementos que prometen, se pasea por una relación de amistad en equilibro con la de amor.
Alejada de propuestas hermanas pero con mucho más contenido y guion, La monja pasea hábito pero no hace al monje.
La película se convierte en una especie de lost in German sobre la amistad y con un regusto a Antonioni de ritmo alterado.
La segunda parte de la exitosa película llega con la misma calidad visual y de guion que la predecesora. De nuevo, aporta optimismo, humor y luz sobre la familia y, ahora, además, sobre la conciliación en el hogar.
Con sentido del humor y sin tapujos, a partir de un niño que pierde a su abuelo y le echa de menos, se habla de cómo todos buscamos la trascendencia.