
El director sabe aprovechar su inteligencia rítmica y musical para sacar adelante una ópera prima irregular, pero solvente. Una adaptación digna que se eleva con el talento del tándem protagonista y su principal compositor.
El director sabe aprovechar su inteligencia rítmica y musical para sacar adelante una ópera prima irregular, pero solvente. Una adaptación digna que se eleva con el talento del tándem protagonista y su principal compositor.
Pawo Choyning Dorji vuelve con otra película dulce y tan divertida que provocará más de una carcajada. El director hace un precioso retrato de la tradición butanesa y su camino hacia una nueva democracia.
Un simplista drama social que, pese a un planteamiento sugerente y un buen trabajo actoral, carece de profundidad, reflexión y originalidad. Tras los primeros minutos, el resto invita a una absoluta resignación.
Nueva adaptación cinematográfica de otro tomo de la aclamada saga literaria danesa. Un duro caso, no apto para todas las sensibilidades, que hará las delicias de los fans y los amantes del thriller, pero poco novedoso en sus formas.
El largometraje de Edoardo De Angelis es un episodio histórico, con una factura visual y un reparto loables, pero insuficiente como para mantener el interés durante dos horas de épica vacía y grandilocuente.
Con una exquisita banda sonora, El concurso de piano sigue la preparación de un concierto a la vez que ahonda en el pasado de la protagonista, pero no acaba de profundizar en su psicología.
Un difuso drama social que intenta ser comedia por momentos, aunque no lo logra. Pese a la representación de relaciones sanas y el planteamiento de importantes temas, se dispersa demasiado y pierde fuerza.
Un drama romántico que, pese a una estructura poco novedosa, sabe desenvolverse con soltura. Con una gran química protagonista, la historia convence como ópera prima y complacerá a los amantes de este género.
Un drama de catástrofes que sabe llevar sus torbellinos precipitados e impersonales para acabar entregando un resultado, al menos, entretenido. La acción trepidante y los rostros conocidos ayudan a ello.
Hong Sang-soo firma otro título en el que prima la observación y la cotidianidad. No obstante, esta vez se descuidan los personajes y la historia en favor de una decisión formal que acaba cansando al espectador.